Nueva circular 2025 sobre la regularización de los inmigrantes indocumentados en Francia

¿Le parece interesante la nueva circular sobre la regularización de inmigrantes indocumentados? Cuando me enteré de este texto firmado por el Ministro del Interior, me dije que realmente había que investigar el tema. Porque, francamente, estamos hablando de miles de personas que viven en Francia, a veces trabajando en sectores esenciales, pero que permanecen en la sombra por falta de papeles. Entonces, ¿qué cambia con esta circular? ¿Por qué es tan polémico? Y sobre todo, ¿qué significa esto para los inmigrantes indocumentados y sus familias?

Antecedentes e historia

Cuando hablamos de regularización de inmigrantes indocumentados en Francia, es imposible no mencionar la circular Valls, adoptada en 2012. En aquel momento, la idea era clara: humanizar los procedimientos y ofrecer soluciones adaptadas a las situaciones individuales. Esta circular permitía a los extranjeros en situación irregular solicitar una Admisión excepcional para estancia (AES) por diversos motivos: laborales, de vida privada y familiar o incluso médicos. El objetivo declarado era promover una política migratoria "lúcida y equilibrada", que tuviera en cuenta las realidades humanas.

Pero este enfoque nunca ha sido unánime. Algunos lo consideraron demasiado permisivo, mientras que otros criticaron su aplicación desigual en las distintas prefecturas. En la práctica, sirvió como guía para examinar las solicitudes caso por caso, pero no tenía fuerza de ley. Los prefectos tenían por tanto un amplio margen de maniobra a la hora de decidir si aceptaban o no una petición.

En enero de 2025 se produce un punto de inflexión con La circular de Retailleau. Este texto deroga la circular de Valls y supone un endurecimiento notable en la filosofía de la regularización. Donde el antiguo texto buscaba equilibrar humanidad y pragmatismo, el nuevo enfatiza el control de los flujos migratorios y el carácter excepcional de las regularizaciones. En resumen, el objetivo ahora es limitar estas admisiones lo máximo posible y, al mismo tiempo, reforzar los requisitos de integración.

Este cambio se enmarca en un contexto político tenso en torno a la inmigración, en el que el gobierno ha manifestado su deseo de responder a las expectativas de un sector de la opinión pública que exige mayor firmeza. La circular de Retailleau reduce considerablemente el margen de maniobra de los solicitantes y deja a los prefectos un poder discrecional aún mayor. El resultado: una política más restrictiva que ya está provocando mucho debate y preocupación.

Los principales cambios introducidos por la circular Retailleau

Con esta nueva circular, el ministro del Interior, Bruno Retailleau, quiso claramente marcar un punto de inflexión en la política de regularización de los inmigrantes sin papeles en Francia. Este texto, que sustituye a la circular de Valls de 2012, introduce criterios más estrictos y restringe las posibilidades de admisión excepcional de estancia (AES). A continuación se detallan los principales cambios a recordar.

La circular es aplicable a partir de esta mañana. Los prefectos lo recibieron ayer por la tarde. El objetivo es combatir la inmigración ilegal y no regularizarla a voluntad. imagen.twitter.com/GlZjDkBXr3

— Bruno Retailleau (@BrunoRetailleau) 24 de enero de 2025

Un período prolongado de presencia

Uno de los cambios más importantes se refiere al período mínimo de residencia en Francia para tener derecho a la regularización. Si bien la circular de Valls exigía una presencia de cinco años (o incluso tres años en ciertos casos específicos), la nueva circular eleva este umbral a Al menos siete años. Esta duración se presenta ahora como un “índice de integración relevante”. Esto significa que las personas que llevan menos de siete años en Francia tendrán pocas posibilidades de que su solicitud sea aceptada.

Prioridad a las profesiones demandadas

La circular hace especial hincapié en las regularizaciones a través del trabajo, pero sólo en Los llamados sectores “bajo tensión”. Entre las profesiones en las que es difícil encontrar personal se encuentran la construcción, la restauración y la agricultura. Para ser elegible, un trabajador indocumentado debe cumplir con los siguientes criterios:

• Presentar prueba de haber estado presente en Francia durante al menos siete años.
• Haber trabajado durante al menos doce meses en un empleo demandado durante los últimos tres años.
• Presentar un contrato de trabajo o una promesa de empleo.

Sin embargo, estos criterios excluyen varias categorías de trabajadores precarios, como los trabajadores temporales o los empleados a tiempo parcial, que anteriormente sí se tenían en cuenta en la circular de Valls.

Reducción drástica de regularizaciones por motivos familiares

La circular de Retailleau también endurece las condiciones de las regularizaciones basadas en la vida privada y familiar. Este motivo, que representaba una proporción importante de las admisiones excepcionales (alrededor de dos tercios en 2023), ahora está muy limitado. Por ejemplo :

• Los padres de niños que hayan asistido a la escuela durante al menos tres años o los cónyuges de extranjeros en situación regular ahora tendrán que utilizar canales legales más tradicionales para obtener un permiso de residencia.
• El período mínimo de residencia para estos casos también aumenta a siete años.

En definitiva, se pretende reducir significativamente el número de regularizaciones concedidas por estas causas.

Fortalecimiento de las necesidades de integración

La integración se convierte en un criterio central en el examen de las solicitudes. A partir de ahora, los prefectos deberán asegurarse de que los solicitantes cumplan varias condiciones:

• Dominio del idioma francés :Los solicitantes deberán demostrar su nivel de idioma mediante un diploma o certificación oficial (por ejemplo, DELF o TCF). La simple competencia oral básica ya no es suficiente.
• Adhesión a los valores republicanos :Los extranjeros deben firmar un compromiso afirmando su respeto a principios fundamentales como la igualdad de género y el laicismo.

Estas exigencias pretenden reforzar el vínculo entre la regularización y la integración en la sociedad francesa.

Obligación sistemática de abandonar el territorio francés (OQTF)

Otra novedad importante: en caso de rechazo de una solicitud de AES, el prefecto emitirá sistemáticamente un OQTF. Esto significa que a los extranjeros rechazados se les ordenará oficialmente que abandonen el territorio francés. Esta medida tiene por objeto disuadir las solicitudes consideradas infundadas y reforzar la eficacia de las expulsiones.

Eliminación del marco común

A diferencia de la circular Valls, que servía de guía uniforme para todas las prefecturas, la nueva directiva concede a los prefectos más libertad a la hora de evaluar los expedientes. Esto podría generar disparidades significativas en el procesamiento de solicitudes entre departamentos y aumentar el riesgo de arbitrariedad.

Comparación con la circular de Valls

Para comprender plenamente el impacto de la nueva circular de Retailleau, es esencial compararla con su predecesora, la circular de Valls de 2012. Estos dos textos encarnan visiones muy diferentes de la regularización de los inmigrantes indocumentados en Francia, tanto en sus objetivos como en sus criterios de aplicación.

Tabla de diferencias

Una filosofía diferente

La circular de Valls se basó en un enfoque más humano y flexible, con el objetivo de encontrar un equilibrio entre firmeza y pragmatismo. Ella reconoció las realidades sociales y económicas de los inmigrantes indocumentados y trató de ofrecerles un camino legal para salir de las sombras. Por ejemplo, los padres de niños escolarizados o las personas con vínculos familiares en Francia podrían esperar la regularización después de cinco años de residencia.

Por otra parte, la circular de Retailleau adopta una filosofía mucho más restrictiva. Pone énfasis en el control de los flujos migratorios e insiste en el carácter excepcional de las regularizaciones. El objetivo es claramente reducir el número de admisiones para estancias reforzando al mismo tiempo los requisitos vinculados a la integración.

Impactos prácticos para inmigrantes indocumentados

La aplicación de la circular Retailleau, que entró en vigor en enero de 2025, tiene repercusiones directas y profundas en la vida de los inmigrantes indocumentados en Francia. Este texto, que endurece las condiciones de regularización, cambia su vida cotidiana, sus oportunidades y sus perspectivas de integración. A continuación se presenta una descripción general de las principales repercusiones prácticas.

Mayor precariedad para los trabajadores indocumentados

Para los inmigrantes indocumentados que trabajan en sectores esenciales como la construcción, la restauración o la agricultura, la circular de Retailleau introduce criterios más estrictos para la regularización a través del trabajo:

• El período mínimo de residencia aumenta a siete años, en comparación con hace tres o cinco años.
• Los trabajadores deben demostrar que están empleados en un sector llamado “de estrés”, del que quedan excluidos muchos empleos precarios o informales.
• A partir de ahora es obligatorio tener un certificado de competencia en francés.

Estos nuevos requisitos complican considerablemente el acceso al permiso de residencia para estos trabajadores, que a menudo permanecen explotados en la sombra. A falta de regularización, siguen sufriendo una precariedad creciente, sin derechos sociales ni protección jurídica, al tiempo que contribuyen a la economía francesa.

Las familias se enfrentan a mayores obstáculos

Las familias indocumentadas están entre las más afectadas por esta reforma. La circular limita severamente las regularizaciones por motivos familiares, que representaron hasta dos tercios de las admisiones excepcionales de estancia (AES) en 2023. A partir de ahora:

• Los padres de niños escolarizados deben demostrar que están presentes en Francia desde hace al menos siete años.
• Se alienta a los prefectos a favorecer los canales legales tradicionales (como la reunificación familiar), a los que a menudo son difíciles de acceder para estas familias.

Como resultado, muchas familias corren el riesgo de permanecer en una situación irregular prolongada, a pesar de su integración social y educativa.

La integración se ve obstaculizada por las exigencias lingüísticas

La exigencia de una certificación oficial que acredite el dominio del francés (como el DELF o el TCF) supone un nuevo e importante obstáculo para los inmigrantes indocumentados. Muchos no tienen acceso a la formación necesaria o no disponen de los medios económicos para realizar estas pruebas. Esta barrera lingüística refuerza su exclusión y limita sus posibilidades de regularización.

Aumento de las denegaciones y de los OQTF

La circular de Retailleau impone una Obligación sistemática de Abandonar el Territorio Francés (OQTF) en caso de denegación de regularización. Esto significa que:

• Los solicitantes rechazados se encuentran inmediatamente bajo amenaza de deportación.
• Los recursos administrativos son cada vez más complejos y costosos.

Esta medida disuasoria corre el riesgo de intimidar a ciertos inmigrantes indocumentados y reducir el número de solicitudes presentadas, incluso cuando se cumplen los criterios.

Aumento de las disparidades territoriales

Al suprimir el marco común establecido por la circular de Valls, la nueva directiva deja un amplio margen de discreción a los prefectos. Esto da como resultado:

• Una desigualdad en el procesamiento de expedientes según el departamento.
• Mayor incertidumbre para los solicitantes, que no siempre saben cómo se evaluarán sus casos a nivel local.

Los abogados y las asociaciones desempeñan ahora un papel crucial a la hora de apoyar a los inmigrantes indocumentados frente a esta variabilidad administrativa.

Un impacto psicológico y social

Finalmente, esta reforma tiene un impacto humano considerable:

• Prolonga la incertidumbre y la ansiedad entre los inmigrantes indocumentados.
• Obstaculiza su integración social y económica al limitar sus derechos.
• Refuerza su aislamiento frente a una sociedad que parece cerrarles cada vez más puertas.

¿Cómo perciben las asociaciones las nuevas reglas de Retailleau?

Las asociaciones humanitarias ven la circular de Retailleau como un endurecimiento brutal e inhumano de la política migratoria francesa. Varias organizaciones, como La Cimade, la Liga de Derechos Humanos (LDH) y France Terre d'Asile, han expresado su indignación ante este texto, que consideran un ataque directo a los derechos fundamentales de los migrantes.

Principales críticas a las asociaciones

1. Refuerzo de la precariedad y la explotación:
   Las asociaciones denuncian que esta circular empuja a más inmigrantes indocumentados a la clandestinidad. Al imponer un período mínimo de siete años para calificar para la regularización, prolonga situaciones de explotación económica y social. El sindicato Solidaires, por ejemplo, señala que estos trabajadores, esenciales en sectores como la construcción o la restauración, se encuentran sin derechos ni protección social, a merced de empleadores sin escrúpulos.
2. Reducción de regularizaciones por motivos familiares:
   La LDH se muestra especialmente crítica con las nuevas restricciones a las regularizaciones familiares. Considera que estas medidas desintegran a las familias y sumen a los escolares en la incertidumbre, aunque estén integrados en la sociedad francesa.
3. Requisitos de idioma poco realistas:
   Varias asociaciones consideran absurda la exigencia de que los solicitantes demuestren su dominio del francés mediante una certificación oficial. Señalan que muchos inmigrantes indocumentados no tienen acceso a los recursos necesarios para alcanzar ese nivel lingüístico ni financiar estas certificaciones.
4. Estigmatización y desconocimiento de la ley:
   La Cimade denuncia creciente estigmatización asociaciones humanitarias por parte del Ministro del Interior, quien las acusa de tener una "agenda política". Recuerda que su función es informar y defender los derechos de los migrantes, de acuerdo con la ley. 
   Estas críticas se producen en un contexto en el que el Gobierno parece querer reducir la independencia de las asociaciones en materia de asesoramiento jurídico.
5. Aumento del OQTF:
   Las ONG también señalan la automatización de las Obligaciones de Abandono del Territorio Francés (OQTF) en caso de rechazo de la regularización. Consideran que esta medida aumenta innecesariamente el sufrimiento humano y contribuye a una política ineficaz e injusta.

Conclusión

La nueva circular de Retailleau marca un punto de inflexión en la política de regularización de los inmigrantes indocumentados en Francia. Con criterios más estrictos, prioridad a las ocupaciones demandadas y una reducción drástica de las regularizaciones por motivos familiares, este texto refleja una clara voluntad de endurecer las condiciones de admisión para la estancia. Pero detrás de estas medidas se esconden realidades humanas complejas: trabajadores esenciales para la economía, familias integradas desde hace años e individuos que simplemente aspiran a una vida digna.

Para los inmigrantes indocumentados, esta reforma representa una auténtica carrera de obstáculos. Entre los mayores requisitos, el poder discrecional de los prefectos y la amenaza constante de un OQTF, sus posibilidades de regularización son cada vez más limitadas. El impacto social, económico y psicológico es considerable, no sólo para ellos sino también para la sociedad francesa en su conjunto.

Entonces, ¿deberíamos priorizar la firmeza sobre la humanidad? La cuestión sigue abierta y continúa alimentando un intenso debate público. Lo que es cierto es que esta circular plantea un gran desafío: ¿cómo conciliar el control de la migración y el respeto de los derechos fundamentales? Es necesaria una reflexión colectiva para encontrar un equilibrio entre estos dos imperativos.